El desempeño de la economía mexicana presenta contrastes. Mientras las autoridades mantienen un discurso optimista sobre la resiliencia del país, los indicadores recientes revelan señales de moderación e, incluso, de fragilidad en la actividad económica.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en julio el Indicador Global de la Actividad Económica (Igae) registró una caída mensual de 0.5% y una disminución anual de 0.2%. Para agosto, se prevé un leve repunte de 0.1% mensual y 0.2% anual, aunque todavía insuficiente para impulsar la generación de empleos productivos y mejorar el bienestar de los hogares.

Consumo e inversión: tendencia descendente
El consumo privado reportó un incremento trimestral de 1.2% en el segundo trimestre del año, con un alza anual de 0.5%. Sin embargo, el dato no representa un cambio de tendencia frente a su debilitamiento.
En cuanto a la inversión total, si bien avanzó 0.2% trimestral, en su comparación anual presentó una caída de 5.9%, acumulando tres trimestres consecutivos de retrocesos.
El deterioro es más evidente en la inversión pública, que descendió 1.5% trimestral y 19.7% anual, sumando cinco trimestres de caídas. La inversión privada, por su parte, mostró un ligero avance trimestral de 0.3%, pero en el comparativo anual retrocedió 4.3%, reflejando la cautela empresarial ante la coyuntura política y comercial, incluida la reforma judicial y la política arancelaria de Estados Unidos.

Exportaciones: el soporte de la economía
En este escenario de debilidad interna, el sector exportador se mantiene como el principal motor de crecimiento.
Durante el segundo trimestre del año, las exportaciones crecieron 0.6% trimestral y 12% anual, manteniendo un ritmo de expansión de dos dígitos, pese a que el avance trimestral fue el menor en cinco periodos.
La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será clave para fortalecer la competitividad regional y generar expectativas de crecimiento sostenido en los próximos años.

México: señales de desaceleración
- Consumo privado: en julio reportó una caída mensual y anual de 0.7%; en agosto permaneció sin cambios, acumulando dos meses consecutivos en terreno negativo.
- Actividades secundarias: retrocedieron 1.2% mensual en julio y 2.8% anual; en agosto se prevé una baja marginal de 0.02% mensual y una contracción de 2% anual, sumando seis meses de descensos.
- Actividades terciarias: disminuyeron 0.2% mensual en julio, aunque crecieron 0.9% anual; en agosto se anticipa un avance de 0.1% mensual y 0.7% anual.

Estados Unidos: consumo dinámico y produción estable
En contraste, la economía estadounidense muestra señales de fortaleza:
- Ventas minoristas en agosto: crecieron 0.6% mensual y 5% anual, impulsadas por ropa, alimentos, bebidas y gasolina.
- Producción industrial: aumentó 0.1% mensual, superando expectativas. La producción manufacturera subió 0.2%, la minería 0.9%, mientras que los servicios públicos cayeron 2 por ciento.

Conclusión
La economía mexicana enfrenta un panorama de consumo e inversión débiles, mientras que las exportaciones sostienen la actividad económica. En este contexto, la correcta implementación del T-MEC será determinante para consolidar el papel de México en la región de Norteamérica y retomar un crecimiento sólido y sostenido.