La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, transformando la manera en que trabajamos y generando tanto desafíos como oportunidades. Más que eliminar empleos, la IA está redefiniendo roles y habilidades, y quienes se adapten podrán prosperar en un entorno laboral en constante evolución.

Empleos en riesgo: la automatización toca tareas rutinarias
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Instituto Nacional de Investigación de Polonia, cerca del 25% de los empleos a nivel global podrían verse afectados por la IA generativa. En países de altos ingresos, hasta un 34% de las ocupaciones muestran vulnerabilidad frente a la automatización.
Los puestos más expuestos son aquellos con tareas repetitivas:
- Digitalizadores y transcriptores de datos, reemplazados por reconocimiento óptico de caracteres y procesamiento de lenguaje natural.
- Agentes de call center, sustituidos por chatbots y asistentes virtuales para consultas básicas.
- Contadores y revisores de facturas, automatizados mediante herramientas como QuickBooks o SAP.
- Traductores generales, frente a la precisión creciente de Google Translate o DeepL.
- Cargos administrativos y de recepción, reemplazados por agendas automáticas, correos inteligentes y atención virtual.

Transformación laboral: nuevas oportunidades
Pero no todo es riesgo. La IA no elimina empleos, los transforma. Muchos roles evolucionan hacia funciones estratégicas que requieren habilidades humanas:
- Los agentes de atención pueden especializarse en situaciones complejas que la IA no puede resolver.
- Surgen oportunidades para gestionar, supervisar y optimizar sistemas inteligentes.
- Profesiones emergentes se enfocan en integración tecnológica, análisis de datos y mejora de plataformas de IA.
El foco se traslada hacia competencias que las máquinas no pueden replicar: creatividad, análisis crítico, negociación, liderazgo y diseño de estrategias.

Prepararse para el futuro laboral
Adaptarse será clave. Expertos recomiendan:
- Capacitación continúa en herramientas digitales y plataformas de inteligencia artificial.
- Desarrollo de habilidades blandas, como comunicación efectiva, resolución de problemas y adaptabilidad.
- Mejora constante del perfil profesional en plataformas de empleo, con actualización de logros y competencias.

Quienes combinen competencias técnicas con capacidades humanas estarán mejor preparados para los retos y oportunidades que trae la automatización. La IA no reemplaza al ser humano; lo desafía a reinventarse y a crecer en un mundo laboral en transformación.