La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados en el mundo y América Latina no se queda atrás. Hoy, millones de personas y empresas en la región ya la están utilizando, lo que abre enormes oportunidades de crecimiento, innovación y competitividad. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos para aprovechar todo su potencial es la falta de capacitación.

En el marco de los 20 años de presencia de Google en México, la compañía destacó que la IA puede convertirse en un motor de transformación social y económica en la región, siempre y cuando existan programas sólidos de formación. El reto es claro: miles de trabajadores deberán adquirir nuevas habilidades para aprovechar esta tecnología y evitar quedarse rezagados.
Con este objetivo, Google impulsa iniciativas como “Crece con Google”, que ya otorgó miles de becas en distintos países, y apoyos directos en México para capacitar a estudiantes en comunidades vulnerables. La meta es preparar a una nueva generación lista para desarrollarse en un mundo donde la IA será parte fundamental de la vida cotidiana y de los empleos del futuro.

La compañía también subraya la importancia de que la inteligencia artificial se desarrolle de manera responsable y regulada, con la participación de gobiernos y empresas para proteger la privacidad y garantizar que la innovación no se convierta en un riesgo.
Otro frente en el que Google trabaja es el combate a la desinformación: sus nuevas herramientas de búsqueda en español integran funciones de IA que ofrecen resúmenes confiables y verificables, además de seguir impulsando tráfico hacia medios de comunicación y apoyar a periodistas en el uso de la tecnología para fortalecer su labor.

El compromiso con la región también se refleja en la infraestructura: Google avanza en la construcción de centros de datos en Uruguay y Chile, con la meta de que pronto sean autosustentables y libres de emisiones, apostando por un desarrollo tecnológico alineado con la sostenibilidad.
El gran desafío, sin embargo, sigue siendo cerrar la brecha de conocimiento. Sin capacitación masiva, la inteligencia artificial corre el riesgo de profundizar desigualdades. Pero con el talento y la creatividad de los latinoamericanos, y con el apoyo de proyectos de formación e inclusión digital, esta revolución tecnológica puede convertirse en una palanca de oportunidades para millones de personas.